LUIS VICENTE ELIAS PASTOR
El impacto de una línea de alta tensión en la zona norte de la ciudad de Haro en La Rioja aparece en la prensa y ha motivado una gran participación en las redes sociales.
La zona norte de la ciudad está separada de la provincia de Burgos por el bello conjunto de los Montes Obarenes y de la de Álava por la Sierra de Toloño, teniendo el paso natural del río Ebro por un enclave de extraordinaria belleza, como son las Conchas de Haro.
Este espacio posee tanto valor paisajístico que está catalogado con las más altas clasificaciones medioambientales al ser una Zona de Alta Protección para las Aves y ese espacio atravesado por las infraestructuras cobija a dos de las seis Zonas de Especial Conservación de Importancia Comunitaria, como son el conjunto de Obarenes-Sierra de Cantabria, y el de Sotos y Riberas del río Ebro, en la zona de Haro, Briñas y San Vicente.
El poseer esta tan alta protección, nos tenía tranquilos a la hora de esperar nuevas incursiones en los estrechos terrenos que permiten el paso de las infraestructuras por esa zona altoriojana.
Por otra parte en las directrices de Protección del Suelo no Urbanizable de La Rioja que han sido conocidas por todos los interesados, aunque todavía no estén aprobadas, se declara como territorios de Paisajes Agrarios de Interés: el paisaje del viñedo de la margen izquierda de los ríos Oja y Tirón, donde ocurren y ocurrirán la mayor parte de los impactos.
Lineas de 200 000 voltios cerca de Oberanes, amenazando los viñedos históricos riojanos y la ciudad de Haro.
No hablaremos del interés artístico, cultural y simbólico que tiene el entorno en el que cada año se reúnen miles de personas para participar en una, poco agradable para nosotros, Fiesta del Vino pero que publicita a Haro por todo el mundo. La romería a San Felices y a su ermita que se situará por encima de la línea de alta tensión tendrá el impacto de esas líneas, cuando se vaya a desarrollar alguna eléctrica devoción.
— Pero la historia es la que nos debe contar que ese bello estrechamiento que orada el río Ebro comienza a deteriorarse con un Camino real medieval que tenía un puente gótico con su ermita y su pontazgo, que hoy a todos nos encanta.
— En el año 1861, se decide el trazado de la vía férrea que iba a llegar de Burgos por Belorado, Santo Domingo y Haro, y que por los avatares de la política decimonónica terminó en Miranda, con gran enfado de los jarreros (habitantes de Haro), por lo que para unir posteriormente Miranda con Castejón, se hace el túnel de las Conchas que fotografía J. Laurent en esas fechas (1).
— Luego viene la autopista A- 68; los trazados de líneas, el impacto tremendo de las canteras de Ofitas de San Felices, los gaseoductos, los posibles desdoblamientos de las carreteras N 232 y N 124, el diseño de un trazado de ferrocarril de media velocidad, y otras posibles infraestructuras (TGV) que se agrupan en esa reducida superficie.
El problema no son las torres, o este es uno de los deterioros, sino los posteriores impactos que están por venir; y a la vista de la inoperancia de las administraciones municipales y autonómicas que no informan a los afectados, ni lo comunican a sus vecinos, para que ellos sean conocedores de un impacto que les va, cuando menos, a sorprender visualmente, es por lo que debemos hacer una campaña de concienciación de la importancia del paisaje. […]
No se puede estar declarando zonas de calidad ambiental como son las incluidas en la Red Natura 2000 y plantar esas infraestructuras en su emplazamiento. No se puede hablar de Viñedos Patrimonio de la Humanidad (2) y a la vez permitir los desdoblamientos de vías de comunicación que los destruyen. Y sobre todo no se puede perder la calidad de vida de los habitantes, que no solamente se mide en kilowatios de potencia consumida, sino también en el disfrute de entornos sin impactos.
Parece que el problema se oriente exclusivamente a los viñedos, y nuestra preocupación es el territorio en el que vivimos, trabajamos y disfrutamos, y lo que queremos es advertir de que los impactos sean del tipo que sean van a continuar, y que si deseamos que nuestro entorno lo sea de calidad, debemos poner las herramientas para protegerlo, ya que medios existen y hay comunidades vecinas que bien están blindando su territorio para que su paisaje no se deteriore.
Es sorprendente que el hecho de que se hable de viñedos haya motivado a muchas personas a unirse a este debate, pero creemos que todos los paisajes agrícolas poseen valores, que por lo menos deben de considerarse a la hora de plantear posibles deterioros. Sabemos que hay soluciones, más complicadas, más caras, e incluso más perjudiciales para los propietarios de suelo agrícola, en cuanto al desastre ocasionado por los soterramientos de las líneas eléctricas. Y lo que solicitamos es que se estudien esos trazados y no se llegue a los hechos consumados cuando los propietarios poco pueden hacer para expresar su opinión.
En el caso que nos ocupa los propietarios de viñedos fueron advertidos en sus plazos pero se vieron impotentes para presentar alegaciones a hechos prácticamente consumados. Lo que solicitamos es una información pública, ya que el paisaje no es una propiedad particular, eso es el suelo. El paisaje hoy es un valor comunitario que cada territorio posee o no, y deteriora o mantiene. Y de ese paisaje salen productos, pagos vitivinícolas, patrimonios, recursos o entornos destruidos que nadie visita ni tiene en consideración.
El hecho de que un espacio de viñas tenga protección desde el siglo XVIII, cuando se efectúa la primera delimitación de un territorio vitivinícola en Portugal, permite que hoy ese entorno sea Patrimonio de la Humanidad y reciba casi un millón de visitantes año. Les puedo hablar de Saint-Émilion, de Cinque Terre o de Tokaj que han defendido su territorio, pero no solamente los bodegueros, sino los comerciantes, los hosteleros, los deportistas y los escolares, como se puede ver analizando la magnífica campaña que desarrolla la Région Champagne para conseguir ese galardón. [… ]
Por otra parte demandaríamos a las compañías eléctricas que cuando envían a sus clientes la publicidad y su implicación con el medio ambiente también le cuenten como tienen a la población de muchos territorios españoles, molestos y decepcionados por su hipocresía de barco velero movido por los vientos australes, mientras en nuestros paseos vespertinos vemos unas torres de alta tensión delante de uno de los paisajes más característicos de la Rioja Alta: Las Conchas de Haro.
Luisvi
Colaborador de verema.com y trabajador en Haro.
Luis Vicente Elias, rencontré à Haro dans les caves de Lopez de Heredia lors de notre voyage-dégustation ‘Mmmm… ton vin!’ en Navarre et Rioja en 2006, nous alerte sur la menace que constitue le passage de lignes électriques de 200 000 volts au-dessus de la Rioja Alta.
On peut lui manifester son soutien en lui envoyant un courriel à son adresse (voir son commentaire sur les paysages historiques ci-dessous).
Merci.
Sobre el paisaje de viñedos históricos (2)
…¿Qué es lo que debe hacer que sean protegidos esos territorios agrícolas?
Simplemente su situación y su papel en la historia cultural de una Denominación de Origen. La existencia de pagos como los existentes en Villalba, Haro, Briñas, Labastida o San Vicente coinciden con marcas que son reconocidas a nivel mundial y que muestran el trabajo diario de los viticultores de ese territorio para formar un paisaje cotidiano que ofrece cada otoño productos de excepción.
Es la base del concepto de Denominación de Origen la que nos demuestra el valor de esos viñedos, (Territorio + Producto) que se han constituido muchos de ellos en pagos que coinciden con la definición ministerial de ese término.
Tanto es así que están rodeados de espacios que a los ojos de Europa, (a los de nuestros gobernantes no parece que les preocupe), son parte de la Red Natura 2000, y han de ser protegidos como suelo no urbanizable en las próximas directrices
Son paisajes de excepción dentro de la cotidianidad del trabajo del viñedo de esa zona de La Rioja Alta.
Y son territorios de una singularidad extraordinaria ya que han sido pintados por artistas, descritos en la literatura, fotografiados desde 1861, venerados desde que San Millán mando a San Felices a cuidar de estas rocas; que las empresas eléctricas consideran que no es un deterioro el atravesarlas con sus cables.
El conjunto de todos esos valores, unidos a la presencia de yacimientos arqueológicos como lagares; chozos, como el que se está dejando hundir el Ayuntamiento de Haro, caminos medievales, toponimias significativas y un sin fin de riquezas culturales que hacen que sus habitantes se sientan orgullosos de residirlos y de ofrecerlos en una nueva concepción del ocio que valora estos entornos por todas esas virtudes, que además generan riqueza.
Hablar de viñedos históricos es simplemente sumar las características socioculturales de un territorio con un paisaje de calidad, ya que no es un problema que ataña exclusivamente a los bodegueros, que se han dejado pasar los plazos de alegaciones, nos debe preocupar a todos los habitantes de la comarca y a sus visitantes, ya que esto es la continuidad de los deterioros que hasta ahora han estado sufriendo todos los dueños de tierras de la zona.
Y la que se les viene encima a los propietarios y a las personas sensibles, ya que esto es el prólogo de un destrozo anunciado, al que según las autoridades, los afectados deben recurrir, como si ellos fueran los únicos a defender que un poste metálico se ponga en una finca o en otra.
Los territorios agrícolas son de sus dueños, pero el paisaje es un bien comunal que debemos preservar todos y muy particularmente quienes crean normas y dictan leyes.
Es curioso que en Haro y en su comarca haya propietarios que se preocupan por el paisaje de sus propiedades y soterran cables, mejoran construcciones, destruyen impactos anteriores, cultivan con materiales no impactantes o decoran sus tierras con especies adecuadas.
Y mientras las grandes compañías eléctricas que nos aburren con sus publicidades ambientalistas, no tienen el menor recato en fragmentar el territorio y atravesarlo con sus necesarias potencias eléctricas, que al ser tan imprescindibles y de tanto interés supramunicipal debieran ser más cuidadosas si cabe, en la búsqueda de los itinerarios a elegir para conducir su energía.
Lo que era una reflexión para que entendamos que nos quieren decir con viñedos históricos, se convierte en una manifestación en defensa de los paisajes cotidianos aquellos en los que vivimos los residentes de La Rioja Alta, y que son la tierra cultivada con variadas producciones, que alberga la cultura que ha generado un respeto hacia los frutos de esta tierra; y es el atractivo que nos ocupa establecimientos y calles en cualquier fin de semana del año.
Y nos da la calidad de vida a los residentes en este excepcional entorno.
Luis Vicente Elías
Paseante por La Rioja Alta.
luisvicente@lopezdeheredia.com
Sobre el paisaje de viñedos históricos (1)
El concepto de paisaje ya es complicado de definir, cuando lo vemos asociado a calificativos como agrario, urbano, interior, industrial y otros muchos que podemos leer en los medios de comunicación, entre otras cosas porque desde hace unos años y por muchas razones este concepto esta en boca de todos.
A mi me gustaría hablar de paisajes cotidianos y tratar de deslindar que quieren decir los que hablan de viñedos históricos, porque se me hace una combinación difícil de definir y además peligrosa, si lo que tratamos es defender nuestros paisaje más habituales.
Entiendo que se pretende hablar de viñedos históricos porque presumimos que son antiguos, pero hemos de explicar que los viñedos se renuevan y que no hay ningún criterio más allá del interés de cada propietario que desee guardar un viñedo de una edad o de otra. Solamente en Navarra hay un incentivo para no arrancar las viñas antiguas, cosa que no ocurre en La Rioja.
La edad no nos garantiza que los viñedos tengan alguna característica especial a proteger cuando el dueño es muy libre de arrancarlos y prueba de ello es que la mayor parte, y muy grande, de los viñedos de La Rioja tienen menos de 20 años.
Tampoco lo harán las variedades, que en otras zonas existen algunas más características que otras, pero lamentablemente en Rioja, por el carácter restrictivo de la normativa se han ido perdiendo las variedades menos adecuadas, a los criterios de los que deciden, y al menos unas 80 variedades existían en épocas anteriores a la filoxera.
No son las formas de plantación las que nos van a garantizar nada sobre las diferencias de los viñedos, solo saber que hasta hace unos veinte años, la formación en espaldera estaba prohibida en nuestra D.O.y anteriormente plantaciones en marco real, tresbolillo o manta, que en algunos países se mantienen como muestras culturales, en nuestra tierra se han casi completamente sustituido por cultivos en espaldera.
La propiedad de los viñedos a los que se han estado refiriendo los medios de comunicación está bastante repartida por lo que no podemos identificar a esos viñedos con las casas comerciales más que centenarias que existen en Haro. Hay propietarios de distinta procedencia y con diferente superficie de viñedos.
Y sería bastante indelicado dedicarnos a proteger las viñas de las compañías centenarias, mientras las de nuestro vecino quedaran al albur de los tiralíneas de las compañías que generan las infraestructuras.
Podríamos seguir desmontando el concepto, y haciendo de abogado del diablo, para llegar a manifestar nuestra admiración y nuestro respeto por esos viñedos. Cariño y preocupación por su futuro que no trasmiten las autoridades medioambientales ni agrícolas de todos los gobiernos implicados, nacionales, autonómicos y municipales…
luisvicente@lopezdeheredia.com